Por César J.G
Cúpula. f. Conjunto de los máximos dirigentes de un partido, administración, organismo o empresa.
La fuerza política es una forma social que permite que un integrante de un partido político se haga de seguidores o adeptos, ya sea por convicción o mediante acuerdos. Este concepto es fundamental dentro de las estructuras de poder en todo el mundo, sin embargo en nuestro país puede o no ser ejercido. En México existe otro término coloquialmente institucionalizado, que apela al nepotismo y a la selección expedita realizada por el militante más importante de un partido político: el «dedazo».
La semana anterior vivimos la decepción de un académico convertido sorpresivamente a la política y que, nada más porque sí, quería ser el dirigente nacional del partido más longevo de nuestro país. Queda claro que cuando José Narro Robles tuvo esa ocurrencia no pensó en ninguno de los dos conceptos anteriores.
Por supuesto, el ex rector de la UNAM terminó desilusionado y renunció al PRI; olvidó que la historia de este partido desde siempre ha manejado su reglamento interno a conveniencia. Por supuesto, acusó que hay «un preferido de la cúpula del PRI, el candidato oficial de los gobernadores y de quien fue, hasta recientemente, el jefe político del partido».
Ese mismo día, Beatriz Pagés renunció en primera instancia a la Secretaría de Cultura del PRI y, posteriormente, a la militancia. A través de Twitter reclamó que se entregó al PRI a Andrés Manuel López Obrador. «El PRI decidió convertirse en una oposición silenciosa, inexistente y de brazos caídos ante un régimen que se ha dedicado a desmantelar el orden constitucional», dijo en una editorial para la revista Siempre!.
Este tsunami finalizó con un anuncio de Manlio Fabio Beltrones, quien escribió en su página de Facebook: «En lo personal no acudiré a votar el 11 de agosto, con ese padrón irregular del que habla la convocatoria».
El dedazo implícito del cual hablan beneficia a Alejandro Moreno, gobernador con licencia del estado de Campeche que ya cuenta con el apoyo del PRI local. Hacia él apuntan las miradas de Ivonne Ortega y Ulises Ruiz, contendientes que se manifestaron en contra de la «evidente» preferencia que se tiene a su favor.
Ruiz Ortiz acusó que incluso los gobernadores emplean recursos públicos para la promoción de Alejandro Moreno; Ivonne Ortega llama a no bajarse de la candidatura: «No debemos rendirnos, en la lucha por el PRI no puede ganar la cúpula».
Alejandro Moreno ha sabido posicionarse dentro del PRI, a lo que se abona sus 17 años de experiencia dentro de la función pública estatal y federal. En 2012, Peña Nieto mencionó a Roberto Borge y Javier Duarte como los nuevos rostros del partido, sin embargo omitió al político de Campeche y la razón es clara, actualmente su aceptación es regular y apenas es admitida por el 34.3 por ciento de la ciudadanía.
Actualmente el partido tricolor tiene 10 gobernadores y una gobernadora en funciones, de ellos, al menos cinco tienen un nivel de aprobación más alto, según Consulta Massive Caller. No es comprensible, entonces, por qué una vez más se desatiende la fuerza política de un militante del partido y se optó por el dedazo. La última vez que esto sucedió, el PRI ganó dos gubernaturas pero perdió la elección presidencial.