El Seguro Popular se eliminó por la corrupción

Entrevista con el secretario de la Comisión de Salud, Emmanuel Reyes Carmona.

 

«El ideal del Insabi es que toda persona que se encuentre en territorio mexicano pueda acceder a la salud».

Por Iván Estrada

El pasado primero de enero, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) entró en funciones cumpliendo así una de las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel más importantes, sin embargo, desde el primer día las críticas no han parado, sobre todo en el descontento general por la incertidumbre en la operación del Insabi.

A este descontento se han sumado voces de mucho peso como las de seis exsecretarios de salud ―encabezados por Salomón Chertorivski―, quienes han evidenciado en diferentes foros las deficiencias del nuevo sistema de salud; por otro lado, los gobernadores de oposición han mostrado su negativa de sumar sus estados al proyecto de salud federal.

Desde el anuncio de la creación de este instituto surgieron dudas sobre cuál sería su forma de operación, así como del mecanismo financiero en el que se sustentaría un proyecto tan ambicioso como este, la respuesta fue que no empezaría de cero, sino que retomaría, transformaría y posteriormente desaparecía la estructura del Seguro Popular.

Ante este panorama, el diputado federal Emmanuel Reyes Carmona del Grupo Parlamentario de Morena, secretario de la Comisión de salud del LXIV legislatura, nos recibió en su oficina de Cámara de Diputados para darnos a conocer de primera mano la visión de la 4T en la construcción de este instituto.

 

«Debemos reconocer la importancia de un sistema de salud que garantice atención para todas y todos los mexicanos, como está establecido en el Artículo 4º de la Constitución».

 

Con esta frase el diputado abre su intervención ante la pregunta de ¿cuál es el objetivo ideal del Insabi?: el morenista expresa que hay más de hay 20 millones de mexicanos que carecen de acceso a la salud y que en el antiguo esquema no se consideraban, a aquellos que viven en zonas marginadas y que pertenecen a grupos vulnerables, además menciona que de forma progresiva el Insabi cubrirá no sólo las enfermedades de primer y segundo nivel , sino también las de tercer nivel y medicamentos gratuitos.

El diputado Emmanuel menciona que a pesar de las críticas recibidas, el Insabi es un proyecto de justicia social y necesario, que mejorará la salud de millones de mexicanos, quienes con el sólo hecho de identificarse podrán recibir atención médica y que a pesar de que en este momento recibe críticas y es perfectible, con el tiempo las cosas mejorarán, pues era necesario quitar la vieja estructura de salud (el extinto Seguro Popular) y empezar una nueva.

Para el congresista, la desaparición del viejo modelo de salud  era más que necesario:

«En 15 años el Seguro Popular no pudo perfeccionar su sistema» el diputado hace un hincapié en este punto, además menciona que «El Seguro Popular, ni era seguro ni era popular» ya que lo único que se logró fue el desfalco millonario en la compra y adquisición de medicamentos beneficiando el bolsillo de unos cuantos:

«Los gobiernos estatales decidían qué comprar y lo utilizaban para cosas que no tenían que ver con la salud, como gasolina, vehículos, mobiliario, alimentos de los funcionarios o ampliar la nómina que no rendían…. para todo lo utilizaban, menos para atacar de manera directa de salud».

Ante esta respuesta nuestra siguiente pregunta fue tajante:

 ¿Se elimina el Seguro Popular por un tema de corrupción?

 «Sí, por corruptos».

 El congresista mencionó que uno de los primeros retos a los que se enfrentó la administración del presidente Andrés Manuel fue la corrupción que existía en la compra de medicamentos así como la existencia de arreglos entre funcionarios y las farmacéuticas, por lo que una de las primeras acciones en contra fue la compra consolidada de medicamentos por parte del Gobierno federal:

«En la celebración de contratos para la compra de medicamento sólo se hacía a precios alzados, a precios pactados».

El diputado es incisivo en el tema de los medicamentos, expresó que no solo las farmacéuticas tenían nexos para vender medicamentos a precios alzados sino que iniciaron una campaña de desprestigio en contra del gobierno a raíz del cambio en las reglas que impuso la administración de la 4T a través de la normatividad de la Cofepris .

«Nunca se dejó de aportar lo suficiente a los hospitales, había 4 o 5 farmacéuticas que comenzaron un ataque en contra del gobierno federal… hubo grupos que se verían afectados que iniciaron una campaña, por eso el gobierno decidió comprar en el extranjero».

Incluso el diputado aseguró que no es que falte medicinas para los niños con cáncer, «son las farmacéuticas quienes tienen una estrategia en contra del gobierno».

«Los espacios siempre han existido, incluso hubo un parlamento abierto en la que se dio voz a organizaciones, partidos de oposición como el PRI o Movimiento Ciudadano en mesas de trabajo, sin embargo, se agotó la vía del diálogo… no debíamos caer en el juego de la derecha».

 El diputado se mostró reflexivo un momento y cerró su idea con la siguiente frase: «tienen miedo de dejar de alimentar sus bolsillos».

¿Qué sucederá con los estados que no se sumen al proyecto?

La respuesta del secretario es incisiva «Lo que los estados no dicen, es que el Insabi ha transferido recursos  desde el primer día, más de 56 mil millones de pesos» estén o no en el convenio de federalización del sistema de salud, los estados tendrán recursos y libertad para la compra de medicamentos, lo que ya no va ocurrir es «entregar un cheque en blanco».

El congresista sustenta su respuesta mencionando que los estados que no se sumen al convenio recibirán menos recursos, pero que de ninguna forma debe verse como un castigo, al final es una decisión de los gobernadores y quienes decidan no entrar al sistema federalizado de salud van a seguir recibiendo dinero público pero siempre bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación.

 «Lo único que quiere el Gobierno federal es evitar la corrupción y llevar salud a las y los mexicanos».

 

 Guste o no, el Insabi ya está en marcha, sin embargo, es evidente que es perfectible ¿qué hará el gobierno federal para mejorar? 

El diputado Emmanuel menciona que el presidente, la administración del Gobierno federal, así como las instituciones de la 4T están conscientes de las áreas de oportunidad del Insabi, a lo que responde que: «La ley es progresiva, no es de la noche a la mañana los resultados, (el Insabi)  tiene 180 días para poner las reglas juego, las reglas de operación».

 Agrega que, de momento y para atender las demandas más urgentes «la Secretaría de Salud ha puesto una línea telefónica  para la atención  y seguimiento de denuncias».

El diputado Emmanuel se nota seguro de las respuestas que nos ha dado, por lo que hemos decidido no irnos sin aventarle una bola rápida:

Para cerrar, dos preguntas al hilo, diputado: ¿Usted confía en el Insabi? ¿Lo usaría? 

«Por supuesto que sí confío, es un tema de justicia social, y de usarlo, por supuesto pero sería ilógico ya que cuento con el seguro del ISSSTE».

Va la bola rápida:

¿Por qué el coordinador Mario Delgado se atendió en un hospital privado y no uso el Insabi?

 Se nota una sonrisa en el diputado, contesta con claridad:

«No hay una sola prohibición, también se vale ir a donde se puede ir… seguramente Mario Delgado no tiene el tiempo de formarse en el ISSSTE o el Insabi y no está prohibido por la ley, si quiere ir a una atención privada, adelante. El poder legislativo no cubre facturas, no tenemos gastos médicos, él lo pagó de su bolsillo, ninguno de los diputados tenemos derecho a la salud privada como ocurría antes».

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