El IMER anunció que cerraría cuatro estaciones de radio debido a un supuesto recorte presupuestal de 35 por ciento
Ante el descontento, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aseguró que el IMER no enfrentaría recorte presupuestal y obtendría la aprobación de la SEP antes del 28 de junio.
Transmisión interrumpida: Queridas radioescuchas, nuestros rostros han quedado disueltos entre la lluvia de meteoros digitales mejor conocidos como podcast y la austeridad de la cuarta transformación, pero no desesperen, las escaletas de la radio pública serán transformadas por incontables horas de música continua. No se desconecten, un alma en pena salvará su bajo salario y las mantendrá escuchando lo mejor de la música hasta el momento.
Este pudo ser el último mensaje que se escuchara en cuatro estaciones del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) que estuvieron a punto de ser cerradas; no obstante, cual deus ex machina, la voz descontenta de las cibernautas —antes radioescuchas— fue escuchada y ¡milagrosamente! el gobierno de Andrés Manuel López Obrador rectificó su error.
En cuanto los medios dieron a conocer la noticia de que estaciones como Reactor y Horizonte podrían cerrar, el posteo en redes sociales entró en catarsis, augurando un golpe a la radio pública que ni el mismísimo «asesino de Atenco», Enrique Peña Nieto, se había atrevido a realizar.
Periodistas como Ricardo Raphael hicieron pública su renuncia y aprovecharon las redes sociales para demostrar su descontento con la Secretaria de Educación Pública (SEP) a la cual acusaron de no proteger debidamente a la radio pública mexicana.
Haiga sido, como haiga sido, este desperfecto en la mátrix obradorista dio de qué hablar en redes sociales:
Se debatió la estrategia gubernamental de austeridad para dirigir más lana a los programas asistencialistas, a la Guardia trump-antimigrantes…, perdón, a la Guardia Nacional y a los megaproyectos propuestos como el tren maya.
Se criticó la postura de la administración frente a la cultura en México, pues hace unos días, incluso, se acusó a AMLO de utilizar a Notimex para sus fines políticos y burocráticos, cuando esta plataforma de noticias publicó un reportaje contra las tan deseadas becas del FONCA.
También se habló de que en el mismo IMER las cosas no están ni parejas ni funcionan al cien, pues los salarios son bajos o tienen que recurrir a la labor de freelancers y estudiantes que realizan sus prácticas profesionales y su servicio social, ya que, el presupuesto es y ha sido insuficiente desde tiempos inmemoriales.
Y, en las últimas horas, las lenguas digitales discutieron el hecho de que la radio pública ya es obsoleta, pues —con sus programas juveniles muy tirados a lo institucional— no puede competir contra plataformas digitales en las que se puede elegir qué pódcast escuchar.
No cabe duda de que este primer round entre el IMER y la administración obradorista vuelve a ejemplificar la cualidad ficticia de la dicotomía judeocristiana, pues no todo en la vida es bueno o malo, cada suceso tiene aristas distintas que es necesario comprender y analizar a fondo.
Así, se puede afirmar, por ejemplo, el gran acierto del IMER al decidir cerrar estaciones como Reactor u Horizonte, pues sus seguidoras ni lo dudaron y le entraron a los catorrazos, inmediatamente, en las redes sociales.
Con lo que se concluye que, efectivamente, aunque la mayoría tenga los recursos suficientes para pagar un servicio privado, la radio pública en México es necesaria para todas, pues es, al fin y al cabo, un medio de comunicación por el que pueden transmitirse la diversidad de voces y expresiones culturales que conforman a un país; por lo que sus radioescuchas, seamos minoría o no, podemos acceder a sus contenidos de forma gratuita.
Al final, AMLO tuvo que retractarse y hoy, como cada jueves en punto de las 11:00, volveré a sintonizar la voz de Clauzzen Hernández en Hexen, El libro negro, el programa de radio que, además de contagiarme el gusto por el maquillaje de pandita y el postpunk, me mostró el apasionante camino de la literatura gótica que, sin duda alguna, influyó tanto en mis andares de vida que terminé estudiando Lengua y Literatura Hispánicas.
NOTA: Escucha «Sacrifice» de London after Midnight y recuerda que este artículo fue redactado con femenino genérico, así que siéntete incluido en la A de Emma Goldman.