El panorama económico de Rusia actual y su proyección hacia el 2030

China y Rusia han intercambiado productos como gas natural, tecnología y han aumentado el flujo de sus respectivas monedas

La administración de Putin ha puesto miras a países como Angola, Egipto y República Centroafricana.

Rusia espera que para 2030 su economía se convierta en una de las cinco principales del mundo.

El intercambio entre rublos y yuanes ha sobrepasado los 14 mil millones de dólares.

Christian Arrieta

Rusia mantiene el 70 por ciento de su economía en sus manos, de acuerdo con el magnate ruso, Oleg Deripaska quien le dijo al Financial Times, luego de la anexión de Crimea y de las múltiples sanciones que trajo consigo por parte de los Estados Unidos y de la Unión Europea.

Entre los planes que tiene Vladimir Putin de cara al fin de su administración, la cual dijo que de manera definitiva se retiraría para el 2024, es terminar con un erario de 400 mil millones de dólares, sin embargo, con datos del Fondo Monetario Internacional, se proyecta que para finales de 2019 su crecimiento sea solo del uno por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), por lo que, si busca terminar su gestión con dicho presupuesto, deberá tener alternativas fuera del país.

Putin ha declarado en diversas ocasiones que buscará que Rusia llegue al top cinco en la economía mundial y entre sus planes se encuentra realizar 50 pistas de hielo con domo, así como la implementación de 900 pianos para que haya educación musical en las escuelas, además de la publicación de 200 artículos científicos en revistas especializadas; a pesar de que estos planes suenen poco ortodoxos, son algunos de los métodos con los que Rusia busca posicionarse en el plano de la economía mundial, sin embargo, y a pesar de que ni EUA ni la UE han dejado a Rusia realizar planes con sus socios comerciales, los euroasiáticos buscan oportunidad en otro punto del mundo: África.

Putin bless the rains down in Africa

Es por ello que Putin y su equipo de trabajo ya cuentan con miras al continente africano, además de la reciente plática que tuvo con el presidente chino Xi Jinping en el pasado foro de San Petersburgo, con el fin de buscar la manera de detener las múltiples amenazas por parte de los Estados Unidos de colocar más sanciones y aranceles.

A pesar de que en 2018, Rusia terminó con un PIB del 2.3 por ciento, los euroasiáticos buscaron incursionar en otros mercados como Angola, Egipto  y República Centroafricana en materia de industria militar, energética y mineral; cabe señalar que Rusia es el mayor exportador de equipo táctico y de defensa del mundo, seguido por los Estados Unidos y China.

Economía local desfavorable

En lo que va de año, la economía ha crecido un 0.5 por ciento, pero los ingresos reales disponibles han caído 2.3 puntos porcentuales, a pesar de que Rusia cuenta ahora con 500 mil millones de dólares en su reserva, derivado de su suministro petrolero, lo que significa que el trabajador ruso es más pobre hoy que hace cinco años, cuando EUA y la UE impusieron las primeras sanciones por anexionarse la península ucraniana de Crimea.

Con la falta de dinero en las calles, el recurso de solicitud de créditos bancarios ha aumentado. Es por ello que muchas familias rusas tienen que acudir a esa realidad a la que, de acuerdo con el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Oreshkin, «Más de la mitad de los hogares tienen un pago de deuda actual pendiente de más del 40 por ciento —de su renta—», además de que admite la necesidad de incluir también en un plan objetivos sociales, los cuales respaldan la economía actual en Rusia.

¡El gas!

Otro de los factores con los que cuenta Rusia para aumentar su productividad económica es el consumo de gas natural: La demanda de suministro del combustible se encuentra en apogeo en China y, según el presidente de la compañía Gazprom, Alexéi Miller, para 2035 podría alcanzar entre 80 mil y 100 mil millones de metros cúbicos al año. Es por ello que además buscan facilitar el comercio entre estos dos países al dejar de lado la moneda norteamericana como el fraccionario común; dicha operación ya ha logrado que Rusia le entregue a China la cantidad equiparable de 100 mil millones de dólares en energético.

Reunión Putin-Jinping

Las pláticas entre Rusia y China en materia de intercambio bursátil y comercial han ido in crecendo a partir de 2014, fecha en la que se firmó un acuerdo el que se estipulaba que el Banco de Rusia y el Banco Popular de China potenciarían la compra recíproca de sus propias divisas.

Prueba de ello es el volumen de intercambios de divisas entre rublos y yuanes, cifra que llegó a un récord histórico durante los primeros 10 meses de 2018, la cual fue superior a 2017 (2.5 veces mayor), esto de acuerdo con el director general de la bolsa de valores rusa, Ígor Marich.

Datos obtenidos de la Bolsa de Moscú revelan que de enero a octubre de 2018 el volumen de intercambios de rublo a yuan y viceversa fueron de 943 mil millones de rublos, equiparable a 14 mil millones de dólares; mientras que los números del Banco Popular de China indican que, de septiembre a diciembre de 2018, aumentó un 105.3 por ciento la compra de rublos con yuanes.

Desde el pasado 5 de noviembre de 2018, el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, y el presidente de China, Xi Jinping, se reunieron para refirmar que Estados Unidos ha tomado medidas unilaterales —sanciones y aranceles— contra sus respectivas naciones, por lo que el intercambio entre divisas nacionales se convirtió en una operación crucial entre ambas naciones, con ello se busca desafiar a la hegemonía mundial del dólar además de buscar resguardo ante la presión norteamericana, más tarde, en San Petersburgo, Putin y Jinping continuaron con acuerdos de intercambio comercial en materia tecnológica (creación de la red 5G) y energética.

Con estas acciones, Rusia se está tratando de convertir en una de las economías más fuertes y para 2030 muy probablemente dejará de ser una economía emergente para pasar al top 10 de las economías más fuertes del mundo.

Scroll al inicio