El 39 Foro Internacional de Cine se llevará a cabo del 28 de junio al 15 de julio
Mediante la cinta mexicana La caótica vida de Nada Kadić, la directora Marta Hernaiz se adentra a una visión más profunda del autismo.
Del 28 de junio al 15 de julio en la Cineteca Nacional se llevará a cabo el 39 Foro Internacional de Cine, el cual se inaugurará con la cinta La caótica vida de Nada Kadić, de la directora mexicana Marta Hernaiz. Además, se exhibirán filmes de destacados cineastas como Bi Gan, Shinya Tsukamoto y Frederick Wiseman, al igual que de nuevos talentos como Phuttiphong Aroonpheng, Camille Vidal-Naquet y Cyril Schäublin.
El Foro Internacional de Cine es un espacio dedicado a la proyección de cine vanguardista, que a diferencia de algunos otros ciclos de la Cineteca como lo es su ya famosa Muestra, opta por exponer puntos de vista poco convencionales y con maneras formales y narrativas más arriesgadas.
De igual forma se caracteriza por acoger tanto a realizadores consagrados como a jóvenes talentos desde 1980, por lo que resulta un espacio donde convergen películas sumamente críticas pero también experimentales que no se guían bajo alguna fórmula, así pues no en pocas ocasiones este Foro da muestra del cine en su estado más puro.
Para exponer lo anterior, la Cineteca realizó una selección de filmes que durante la 39 edición del Foro Internacional de Cine nos llevará por China, Tailandia, Chile, Francia, Portugal, Alemania, Rumania, Estados Unidos, Suiza, Japón y hasta los Balcanes.
El «viaje» comenzará con la proyección de la película mexicana La caótica vida de Nada Kadić (2018) de Marta Hernaiz Pidal, una road movie donde una joven mujer y su hija autista viajan a través de Bosnia y Herzegovina para huir de la agobiante cotidianidad, así como para encontrarse y reconciliarse con los fantasmas de su pasado.
El recorrido seguirá con Bi Gan y su segundo largometraje, esta vez dentro del cine noir, Largo viaje hacia la noche (2018); la ópera prima del cinefotógrafo tailandés Phuttiphong Aroonpheng, Manta Ray, los espíritus ausentes (2018); la chilena Tarde para morir joven (2018); Diamantino (2018), de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt; Salvaje (2018), del director Camille Vidal-Naquet, donde un joven se sumerge en el mundo de la prostitución masculina; y muchas otras cintas más que han causado revuelo y admiración.
Como cada año y tras su paso por la Cineteca, la selección recorrerá la Ciudad de México y Área Metropolitana del 5 de julio al 6 de agosto en tres sedes de la UNAM, cinco complejos de Cinemex, tres complejos de Cinépolis, el Cine Tonalá, el IFAL, La Casa del Cine y Cinemanía Loreto.
La caótica vida de Nada Kadić, el caos dentro del orden
La directora mexicana Marta Hernaiz será la encargada de inaugurar el 39 Foro Internacional de Cine de la Cineteca Nacional con su cinta La caótica vida de Nada Kadić, una película que hace honor a su nombre tanto por su manera de estar filmada como por la historia que presenta, en la que vemos el día a día de una joven madre quien junto a su hija autista debe afrontar diversos obstáculos al vivir en Bosnia, un país que no tiene la suficiente consideración para personas con esta situación ni para sus familiares.
La película es un caos de principio a fin, como la misma Hernaiz la describe, aunque no en el mal sentido, sino hecha adrede de esta manera para demostrar que en algún punto todo lo caótico converge en momentos clave no solo en el mundo del cine, sino también en la vida real. Es por ello que la historia nos muestra las alegrías, pero también amarguras que vive Nada junto con su hija autista Hava, quienes, cabe decir, también son madre e hija fuera de la ficción.
Por ello el filme puede sentirse más como un documental que como un largometraje, pues nos presenta con gran fidelidad la alegría e inocencia de Hava pero, al mismo tiempo, los obstáculos que tiene para relacionarse con las demás personas debido a su trastorno del espectro autista, el cual, por supuesto, también complica la vida de Nada, quien debe luchar con el hecho de ser una madre soltera en un país donde la burocracia pesa más que las necesidades.
Además, la película está filmada con planos secuencias que, si bien permiten contemplar mejor tanto el paisaje como el actuar de las protagonistas, por momentos este recurso puede parecer tedioso (más no incomprensible) para aquellos que estén menos acostumbrados al cine de vanguardia, pues la trama fácilmente se percibe lenta y pesada. Sin embargo, es gracias a esto que, al ver los llantos, gritos y forcejeos de la niña durante varios minutos sin cortes, el espectador puede darse una gran idea de cómo es convivir con una persona con esta característica pero también sus momentos de calma; es allí donde radica la belleza del caos en esta cinta.